lunes, 6 de mayo de 2013

... Me alejo del mar


Estando en Marinha Grande recibí un correo de la profesora de las aulas de portugués en León preguntándome por dónde andaría el fin de semana del 11-12...  Antes de responder fui a google maps para ver dónde quedaba exactamente la zona que visitarían los compañeros de clase por motivo del viaje anual del departamento de portugués de la E.O.I.  Salían casi trescientos kilómetros, sí, Portugal da para eso y para más,;),  lo pensé brevemente y me dije que sería bonito ya que no suelo ir a los viajes... encontrarme con ellos allí.  De manera que, una vez mentalizada, le puse a la bici los aquellos "cuernos" que compré en Btterra para tener una ayuda en las subidas, los otros los llevé al medio y...


Me apresuré despacio tierra adentro durante cinco días.  Pasé de tener a la vista la gran masa de agua azul, el olor a sal y la refrescante brisa marina...  Al influjo con que el Astro Rey, que en horas meridianas, castigaba las desérticas y pequeñas carreteras del altiplano interior luso hasta llegar a COVILHà (en el concejo de Castelo Branco).  A ver campos de viñedos, al vino, de olivares impregnando el ambiente con su peculiar olor al "oro líquido", el aceite.  Un día acampando en en un bosque de pinos, al día siguiente al lado de un embalse.  Al otro entre eucaliptos.  A las cuatro de la tarde encontrar una playa fluvial en la que nadar, lavar ropa, etc... y, con la libertad que da no ser esclava de horario ni fecha, decidir quedarme allí.  O el último día   antes de llegar al destino amanecer en un campo repleto de flores, BOA!! todo esto no tiene precio.

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