sábado, 23 de febrero de 2013

... Faro

...Olá Blaise.  Chapurreamos nuestro respectivo portugués...

Esa misma tarde fuimos a dar un paseo a pie, el cielo amenazaba con más lluvias, por lo que fue corto. Intentamos llegar hasta una zona del puerto comercial con vistas hacia la Ría Formosa sin éxito, tal vez otro día.   La idea era pasar dos días en Faro, planes... a mitad de semana dieron lluvias y le pedí quedarme algún día más, se convirtieron en seis...  Y el sábado por la mañana hasta nos planteamos directamente buscar una peli chula en youtube en lugar de una página meteorológica porque, nuevamente llovía sin parar, se ve que por aquí las nubes, aunque sean de pasada, lo hacen bien cargaditas y prolongadas...
Gracias a ello, a las lluvias, a parte de conseguir mantener una conversación más fluida, he podido conocer a Blaise más en profundidad y he descubierto dentro de él una persona más interesante todavía. OBRIGADA.

El jueves llegó otro CouchSurfer, Thomas, un alemán sin pinta de alemán.   Sin duda eligió a uno de los mejores anfitriones de la zona para tener su primera experiencia CS.  Esa noche volvímos a salir a pasear y conseguimos llegar hasta el mar en el puerto comercial, pudímos ver cómo subía la marea.  Una de las cosas que más me gusta de hacer CS es que me enseñen la parte menos turística de cada zona.

En otra de las noches me atreví a cocinar un "Bacalhau à Brás", de tan buena pinta hasta al propio plato se le antojó una sonrisa de oreja a oreja y  tupé.   Y  la noche siguiente la 2ª tortilla de patatas en Portugal...


Por las mañanas me guataba más acompañarle en bici hasta la univeridad, donde ha de pasar gran parte del día, por el trabajo, que visitar la ciudad...  Maneras diferentes de tomarse los viajes, cada ciudad está ahí para cuando queramos visitarla, con las personas no sucede lo mismo, tanto éstas como los días fluctúan, por tanto, ninguno se repite.  Después daba una vuelta y/o me acercaba hasta la biblioteca para utilizar os ordenadores, escribir en el blog...   Una de mis maneras de devolver el favor hacerle una revisión a su biciclet, y de paso, transmitir algún que otro conocimiento básico sobre mecánica.


Con tanta lluvia hubo tarde caseras. Vimos dos películas francesas que él no conocía y que a mí me gustan mucho, no me importó repetir.  L´ Herisson, que no la encuentro entera en Youtube, inspirada en el libro La Elegancia del Erizo",  y la un poco utópica y con unos puntos muy buenos sobre éste nuestro planeta tierra, bueno, mejor dicho sobre los que en él habitamos...  La Belle Verte, muy divertida.

Aprovecahndo que el chavalillo alemán llevaba un peazo de secador de pelo...  se lo pedí prestado para quitarle a la bici Orbea, las falsas pegatinas de la marca Kona que le puse hace años cuando Bici Segovia...
Aunque no se escribe Kona con K, tanto en portugués como en gallego es una palabra mal sonante...  le podría haber quitado sólamente la letra K para que sólo se leyera Ona, peeero,  Ona  sólo hay una, y es la chica de mi amigo  Albert Sans,  otro Bici Enreda que anda pedaleando por Ahí...

No pude hacer muchas fotos porque la cámara nadejó de enfocar, y la envié de vuelta a Almería para que la pedazo de familia que tengo allí la llevara al Carrefour en garantía, aquí esos establecimientos no proliferan.  Y tardé cuatro días en decidir si comprar otra, esta vez en unos grandes almacenes que, creo, sólo hay en Potugal, tampoco miré mucho, sólo quería otra y barata  ;)  no hubiera muerto sin cámara de fotos, pero casi, jajaja, la verdad es que hacer un viaje tan largo en tiempo y no llevar una...   como que no.


Es increíble lo que somos capaces de dar de nosotros mismos a los demás. Pero más increíble es lo que llegamos a recibir de los otros aunque apenas nos conozcamos... Este buen sabor de boca es el que me deja esta primera toma de contacto.

Hoy sábado día 23, voy a preparar las alforjas y parto hacia "O Cabo de São Vicente", sin prisa, pues hay cositas que ver.

martes, 19 de febrero de 2013

... Tavira

...Al otro lado del Guadiana.

Espectante y con tal batiburrillo en la cabeza difícil de ordenar por la emoción y el ansia de pisar suelo portugués, pedalee 85km desde Huelva hasta Tavira, pueblo típico pescador situado en el Algarve Oriental  y pertemeciete al distrito de Faro.  Sus princiales fuentes económicas son  además de la pesca y la agricultura, una amplia extensión de árboles frutales, miel y corcho en "Na Serra do Caldeirão".
Y el turismo... sobretodo Na Ilha de Tavira e na Ilha de Cabanas.


Allí me esperaban dos anfitriones de lujo, Alessandre y Ana, Cicloturistas Experimentados  a los que tenía muchas ganas de conocer. Su afición a esta manera de viajar  les llevó a realizar un viaje a lomos de sus velocípedos acumulando 14 mil kilómetros en 505 días, experiencia que cambió sus vidas y la visión de éstas.

La emoción camuflaba el cansancio...  Alrededor de las tres y media de la tarde ya estaba en Tavira.  Cuando más o menos te orientas bien suele ocurrir que, por intuición, das con el sítio que buscas.  Correcto!!  entré justo por la carretera que llevaba hasta su barrio y sin GPS!!!  Después me hubiera gustado escuchar:  A 50m gire a la izquierda, de la voz femenina escogida por excelencia entre los usuarios de tal aparato, al cual se le conoce como  "Tom Tom" y se lo llamamos con segundas cuando nos equivocamos en  ruta y necesitamos culpar a terceros...  Esta vez la  "Ton Tona"  fui yo porque no logré encontrar el portal de su piso :(.   Como hasta las seis de la tarde no me podían recibir, hice lo que me sugirieron, acercarme hasta la antigua cárcel ahora transformada en biblioteca y, a la hora citada, uno de los dos iría a mi encuentro.  Una vez en la cárcel sin barrotes, fui a la búsqueda de una red wi-fi para estrenarme en ésto de la era WhatsApp y  poder enviar señales de humo a mis gentes allá en las Españas diciéndoles  que el primer día del viaje había ido bien.


Sonó el teléfono, era Alex para preguntar si había llegado y en dónde podía encontrarme... a los pocos minutos apareció en su bici, le saludé en "portuñol" y él a mí en español, fue como saludar a un amigo al que no veía desde hacía tiempo pero como si éste, el tiempo, no hubiera pasado...  un saludo cercano.
Pedaleamos dirección a su casa, mientras, yo le iba contando/explicando que me fue imposible dar con el número exacto de su portal, después comprobé que había estado a escasos metros pero como la calle hace un giro extraño, sin mucho sentido, y por ello hace creer que estás en la calle de al lado... nada grave.

Como mis alforjas son un poco de "cicloturista globera", para que cuando al pedalear no se balancearan demasiado las fijé al transportín con bridas de plástico, para que ahorrara bridas, Alex me sugirió que no las cortara... no sé cuánto pesaba la bici aquel primer día, el caso es que la subimos a pulso hasta el segundo piso.  Me mostró el cuarto donde iría a dormir y me proporcionó unas toallas para tomar una ducha.
Ana aún no había llegado del jardín de infancia en el que trabaja, mientras tanto nos acercamos al mercado de abastos de  Tavira para comprar algunas verduras para la cena.
A la vuelta del mercado pudimos escuchar a Ana hablar con un vecino mientras subíamos las escaleras, nos miramos  de reojo, yo aún  a medio camino y ella por dentro de su casa con la puerta abierta y apoyada en el marco, mientras continuaba la conversación con su vecino, nos sonreímos, jijiji, seguidamente nos abrazamos como si de toda la vida nos conociésemos, seguro que por la enorme empatía que sentíamos los tres al estar en la misma onda cicloturista, como seguro que en el transcurso de la convivencia encontraríamos más cosas en común.   Me dieron un "típico" azulejo portugués, en bruto éste, y unos lápices de colores diciéndome: dibuja lo que quieras...!!  y se pusieron a cocinar...  tuve ganas de tragar saliva sonoramente...  mientras pensé, pe pe pero, si yo no sé dibujar!!  Bueno, al final con voluntad e imaginación todos podemos plasmar en cualquier lugar con o sin paleta, a color, un pedacito de nuestro ser, a modo de pequeño poso de nuestro paso por allí, perdurable en el tiempo, minúscula huella la que al mirar, volvamos a la memoria de quienes compartieron unos días de su vida con nosotros.

Valorar a quien nos dedica su tiempo, pues es algo que jamás recuperará...

                                                
Comienza la inmersión lingüística...!!   y  yo aún con el "chip" en español, no es que me suene a chino, no, es que se me "lengua la traba" y no me salen las palabras.   Alexandre habla español, "qué daño hizo Verano Azul..." por tanto, el cerebro nos la juega tanto a él como a mí, "para a minha sorte, a Ana, apesar de também falar espanhol, dirige-se a mim na sua língua", e percebo-a muito  bem ;)   Cenamos, bebimos té y fuimos a dormir, pues era miércoles y algunos al día siguiente tenían que madrugar para ir a trabajar.

Dormí como si llevara una etermidad sin hacerlo, con sueño acumulado desde Almería porque la noche antes de viajar hasta Huelva no pegué ojo, luego en Huelva y Mazagón no descansé, y la palicilla de pedalear.
Amanecí a las 10:30h, hora portuguesa, que al igual que en las Islas Canarias, es una menos.
Aun pelín "legañosa"  deambulé hasta la habitación de al lado para dar "o bom dia" a Alex, llevaba ya algunas horas despierto, habiendo salido a correr y todo...  desayunado y, ahora teletrabajaba.
Cuando me desperezé fuimos de nuevo al mercado para comprar algo de pescado para la comida:
"Cara Pau", los de allí arriba de la foto, deliciosos, acompañados de unas migas con tomate muy ricas también.  Y estaba tan cansada y falta de sueño, que no hice nada especial el resto del día, intentar lidiar con el blog...  quién me mandaría meterme en este berenjenal...?  nadie más que yo.

Aparte del tiempo valioso en casa, lleno de conversaciones compartidos y conocimientos de alforjeros/viajeros, ideas, proyectos, opiniones diversas, música, cómo no!!  etc... El fin de semana, que es cuando ellos realmente disponen de algo de tiempo, por eso agradezco y valoro su esfuerzo entre semana para que no me faltara de nada y estuviera agustito.  El viernes, después de la cena, dimos un paseo a pie por Tavira, mostrándome su perspectiva del sitio en el que, después de su pedazo de viaje, escogieron para vivir, incluso la marca del agua (2,50m) cuando, la noche del 3 de Diciembre de 1989 y después de un día de abundantes lluvias, el río Sécua se desbordó inundando varias calles en ambas márgenes  de éste en Tavira.
Alexandre acostumbra a madrugar para salir a correr, yo, empedernida NO del deporte sino de aprovechar esos pequeños momentos de delite que la vida nos ofrece de tanto en tanto, le acompañé una mañana por las salinas y vimos "O nascer do Sol, beleza mesmo"


El segundo día aproveché para perderme por las calles de Tavira.  Estaba soleado y decidí comer junto al río.  Sólo tomé consciencia de que estaba en Portugal cuando escuchaba hablar a la gente, por el sonido de emisoras de radio que se escapaba a través de alguna ventana.  No sé por qué, pero me encantaba escuchar a la chiquillería hablar....  se les entendía tan bien en su lenguaje simple... 


Aunque algo menos, el sábado tocó madrugar para visitar "O Pego do Inferno", esta vez con perspectiva ciclista, por supuesto, finalmente tuve que quitar las bridas de las alforjas... jajaja.   Los tres recorrimos los caminos poco transitados a esas horas y en esta altura del año, sin turistas, según me cuentan, y yo les creo, que de Primavera a Otoño los alrededores de esta cascada lo que más se ve son, en conjunto, turistas y basura :-(


Del campo al mar y de la mar al plato...  También ejercímos una maãna de mariscadores  de coquinas, una árdua tarea, sí, valió la pena.   Vuelta a casa para comer, un té calentito y un ratito de relax, ZzZzZ... Después de la comida pedaleamos hasta Cacela, un pueblo que se encuentra en un enclave con vistas privelegiadas hacia "A Ria Formosa". Por la noche fuimos a cenar con la madre y el hermano de Alex y compartir las coquinas.  Ricas ricas!

     
El domingo madrugamos de nuevo para pedalear (no tienen coche, y todos sabemos que se puede vivir sin él  ¿cierto? yo tampoco vivo sin él...)  hasta Faro, mi próxima parada, yo encantada con la compañía, claro.  En Faro nos esperaba Blaise, mi anfitrión francés medio afincado allí por el trabajo.  Entre conversación y conversación Ana y Alex cocinaron unas patatas con espécias que acompañaron con ensalada, comimos todos juntos y después del dulce y sabroso postre, "pastéis de feijão" y té, llegó la hora del hasta luego...!!


"Fico imensamente feliz, satisfeita pelos maravihosos dias de convívio, bom sinal que a viagem corre bem desde o começo.   Agora posso dizer que tenho mais um irmão e uma irmã...   
Um forte abraço cheio de saudades, mas saudades boas"


viernes, 15 de febrero de 2013

Buenas vibraciones desde el principio...

Todo comenzó cuando mis amigos almerienses decidieron tener unas navidades diferentes, subir a León y pasar con "la mua" unos días.  Ya puestos y para acompañarnos un ratito más, entrar con buen pie en el nuevo año,  blablabla, les devolví la visita bajándome con ellos.  Así, "en régimen de okupa consentía", para pasar lo que restaba del mes de Enero con calor al cuadrado, huyendo del frío norte, brrr!! a tierras andaluzas.  La mejor partida de "Tetris" que jugamos en nuestra vida sin duda fue meter todo el equipaje en el coche junto con la bici y los aparejos para ésta...
Pamos de nivel... y Olé!!  Qué rápido pasa el tiempo cuando estás agustito... Hasta la próxima!!

El lunes día 11 subí al tren en la Intermodal de Almería, el cual me llevó hasta Sevilla, allí tuve que esperar dos horas, por lo que decidí aprovecharlas para hacer una breve visita por el centro de la ciudad hasta la salida de otro tren que nos llevaría, a mí, a la Srta. con ruedas, jajaja,  y a la mascota del viaje "el Sr. Gato/Búho" hasta Huelva, el Km 0 de mi periplo portugés.

                                                       
Desde el tren se divisaba la nieve allí en lo alto de Sierra Nevada y los olivares de la provincia de Granada, a partir de Sevilla, la humedad transformaba los colores ocres de la árida Almería en verdes praderas ya en tierras onubenses.

 

Llegué a Huelva a las seis de la tarde, con las explicaciones que me dio María J. no me fue difícil encontrar su casa a las afueras de la ciudad.  Cuando estaba en su portal apoyando la bici a una columna, ya que no dispone de una práctica  y cómoda "pata de cabra", justamente salió ella del portal, estaba pendiente y calculando hora la llegada del tren, yo ya debía de haber tocado el timbre... No llevo rímel en las alforjas, pero todo necesita su tiempo.   Y ahí llegó ella acompañada de un caluroso recibimiento lleno de energías y la sonrisa de oreja a oreja.  Subimos la bici, para mi suerte con un amplio ascensor, hasta el tercer piso, merendamos algo mientras charlábamos también con su compañera de piso, y un poco más tarde salimos para dar una vuelta por la ciudad antes de ir a las clases de salsa a las que ella asiste desde hace cuatro años, yo soy un pato patísimaaaa, aun así lo pasé genial viendo cómo bailaban los demás y me entraron ganas de aprender.   Volvimos a casa un  poco tarde y fuimos directamente a dormir.
Al día siguiente ni madrugamos ni salimos de casa.  Preparamos la comida, comimos y alrededor de las 15:30 salí hacia Mazagón.  Realmente no fueron ni 24h las que estuve con María J.  Lo que si puedo decir es que lo pasé genial, todas y cada una de ellas fueron muy entretenidas, mucha naturalidad, transparencia.
Recibe un abrazo por cada una de mis pedaladas.  Gracias!!


Pedalee 20km en sentido contrario de mi objetivo Portugal, para encontrarme con Paco, madrileño afincado en tierras onubenses por motivos laborales.  No, no está triste por tener que ver tales atardeceres como los de las fotos de ahí abajo, desde su terraza, ni por  gozar de un vivir más tranquilo en Mazagón que en la capital española, la cual siempre se puede visitar para matar la nostalgia.

Acoplé la bici bajo techo en el salón y salimos a la amplia terraza para ver ponerse el sol... grrrrr
Y un poco más tarde nos acercamos hasta el centro de Mazagón y cenar.  Dejé que él eligiera el menú, una carne que se llama Pluma, muy sabrosa, Coquinas y una ensalada de tomates y queso para acompañar.  Regresamos a casa y estuvimos hablando de los parques naturales, él trabaja en uno, de la ruta en bici que a veces hace hasta San Lúcar de Barrameda con la marea baja, es duro... Y así entre charla y risas nos dieron la 1 de la madrugada, entonces fuimos a dormir porque al día siguiente el despertador sonaría a las 7h!!!


...Mazagón, 7 a.m del día 13, estoy despierta pero dormida, lo que ocurre es que ya no hay vuelta atrás...
Hemos desayunado un té calentito con tostadas y hemos cargado la bici en el coche encima de la giantesca loncha eucalíptica.  Muy atentamente,  Paco nos acercó hasta la salida de Huelva dirección Ayamonte a mi bici y a mí y luego se marchó al trabajo, creo que ese día llegó un pelín tarde... 
Seguramente nos veamos algún día pedaleando por ahí, Mazagón, Madrid, León... Gracias por todo!!

Bueno, hay que empezar a pedalear en serio... 

La etapa fue Huelva-Tavira con 85km de distancia sin contar el barco Ayamonte - Vila Real de Santo António, aunque el ctkm  de la bici diga alguno más, son los del día anterior Huelva-Mazagón... 
En principio la primera etapa es una de las más largas.  Prácticamente desde las marismas de Huelva se rueda cómodamente por un carril bici que lleva hasta la N-431, dirección Ayamonte, y una vez allí atravesar la "frontera"  cruzando el Río Guadiana en ferry.


                              Al otro lado del Guadiana... Vila Real de Santo António, PORTUGAL!!