martes, 30 de abril de 2013

... Na Marinha Grande

Les dije a Susana y a Tiago antes de salir;  Aunque haga viento iré junto a la costa...
Por Óbidos,  en Caldas da Rainha giré a la izquierda dirección Foz do Arelho y una vez allí seguí mi camino junto al mar.  Me habían recomendado hacía tiempo pasar por Nazaré y quise seguir las recomendaciones, no sé si fue la mejor elección para ese día en concreto, con el viento soplando desde el Oeste a 25kmh, tal vez éste tenía prisa.  Para mí fue una lata, sin duda el día más "duro", si se puede llamar así a viajar por placer...  Muy a mi pesar ahora estoy más bronceada.   Sin un poco de sufrimiento no hay gloria que valga, verdad?  Força!!

Si anteriormente venía de recorrer pequeñas carreteras por las que apenas circulaban vehículos, a partir de Óbidos todo cambió, coches, coches y más coches, confio "a pies juntillas" en que la banderita que fabriqué  con un chaleco de esos fosforitos en casa de mis tíos, esté funcionandoooo y se me vea a la legua!!

Grafitis en inglés dando la bienvenida en la zona  de Foz do Arelho...  kitesurf y caravaning caminando de la mano...  Playas de arena blanca y un vendedor de souvenirs fabricados por él desde hace treinta años con red de pesca en Nazaré, me engatusó y compré uno, precio sinbólico por el parloteo.   Preciosos bosques de coníferas conviviendo con eucaliptos, carteles en medio de ellos que sobrarían si viviésemos/tratásemos  el entorno con un poquito más de sentido común...


73km contra el viento, y yo sin la tabla de surf... "endevé..."   A las siete de la tarde del lunes llegué a Marinha Grande.  Una vez encontré la casa de Cláudio y João toqué el timbre varias veces, sin éxito, pues no abrió nadie, y cuando estaba apoyando la bici en la súper "pata de cabra", es decir, en la pared de en frente, Cláudio me saludó desde la ventana del primer piso, dándome un pequeño sobresalto, me dijo que se metía en la ducha pero que João bajaba y me abría, la oí bajar por la escalera,  nos dimos un caluroso abrazo (el de rigor) como viene sucediendo desde que pisé suelo portugués, acoplamos la bici como pudimos en la entrada, que a su vez es almacén de teles antiguas, no plasmas, que su cuñado Manel repara,  quité de la bici la mochila del manillar y la alforja con la que realmente estoy viviendo, en la otra van los aparejos de acampada, y subimos a la primera planta de la antigua casa en la que habitan en Marinha Grande.

Esa misma tarde un vecino les había ofrecido el sofá.  Llegué tarde para ayudar a subirlo, jajajaja,  luego me beneficié durmiendo en   él   ;)   Una vez más,  estrené sofáaa!!!  y otros anfitriones de lujo.
En principio estaría con ellos hasta el martes o miércoles porque esa semana era la fiesta del 25 de Abril y había que aprovechar los días libres para viajar un poco.  Me dijeron que probablemente irían al norte de España pero que aún no tenían destino, entonces les ofrecí ir a mi casa...  tentador...

Fuimos a cenar a un bar del que ya son como de la familia, y después a pasear la cena a un parque con un pequeño lago y aparatos "deportivos" de esos que están de moda para que movamos el esqueleto.  
Un vez en casa había que preparar el "sofacito", les dije de dormir en el saco, como vengo haciendo siempre que puedo para no dar tarea aunque sea la lavadora sea la que haga el mayor trabajo, que no valía la pena poner unas sábanas para dos o tres noches, ella, João insistió en plan Mami, y yo me dejé mimar.  Y a dormir porque ellos madrugan para ir a trabajar, pues alguien tiene que levantar el país!!  


El primer amanecer en el nuevo sofá, grrr, ZzZzzz...  una de dos, o fueron muy sigilosos o ni me enteré de que se habían ido, más bien lo segundo.  Desperté con ganas de quedarme ahí adentro, calentita bajo las sábanas, engullida por el sofá, remolonear y descansar.  Cuando ya me puse en marcha vi que me habían dejado en la mesa de la cocina el desayuno medio preparado, ummm, lo saboree despacio, "que bom".  Llené  de agua los bidones de la bici, cremita solar, pues el Sol ya calentaba, y pedalee 7 km hasta São Pedro de Moel por un cómodo carril bici. Como casi era la hora del almuerzo y hacía calor, no había ni un alma por allí, muy bonito, pero como viene sucediendo prácticamente desde Ericeira, Peniche, Foz do Arelho, etc... con un viento que "pa'qué"...  A las cinco de la tarde quería estar de vuelta, pues les dije que prepararía yo la cena,  a ver si lo adivináis... "sim senhoras e senhores"  la décimo quinta y sexta tortilla de patatas, una para nosotros y la otra pequeñita para Graça, la hermana de Cláudio.  Y tan rica debió de saberles que me gané la llave de su casa para que la "okupara" en su ausencia  ,:)  Yo no tenía planes, por lo que acepté ser la ama de tal llave...  todo un detalle, lo agradeceré eternamente, me vino a la memoria una frase que traduciré al portugués en honor a su generosidad, es de William Shakespeare:   "A gratidão é o único tesouro dos humildes..." 


Y una enorme gratitud es la que viaja conmigo, ni pesa ni ocupa espacio en las alforjas, tan grande como la deuda que estoy acumulando por aquí, toda una responsabilidad la cual espero ir saldando poco a poco, lo bueno es que los intereses no tienen comparación con los de ningún banco, esta sarna pica con gusto.

Esa noche a las diez pasaba por allí la Estación Internacional Espacial Mir, de modo que en lugar pasear la cena por el parque nos acercamos al punto desde el que se avistaría tal "pajarraco" y poder verlo, bueno, verla verla...  un punto de luz fija a mayor velocidad que la de un avión, entonces les confesé que creía haber visto una pasar por el pueblín montañés en el que habito, les expliqué qué vi aquella vez y, efectivamente, era...  oooh, ya no era nuevo para mí, lo siento, es lo que tiene tener el ojo atento... dormir inquieto... aún  roncando profundamente.   

Una vez en casa estuvimos escuchando música folk de grupos a los que siempre que pueden van a ver en concierto, ya me gustaría a mí toparme con alguno de éstos grupos y poder verles en directo en el transcurso del viaje....  Su grupo favorito  Dazkarieh,  la vocalista de Madredeus que ahora canta en solitario Teresa Salgueiro, el grupo que ya me mostrara Ana en mis días por  Tavira  Uxu Kalhus.  Momentos musicales que supieron bien ricos.  Importamos para su ordenador las músicas en español que me acompañan y divulgo, incluidas las de mi compi de pedaladas  Albert Sans,  pues ahora con esto de las tecnologías es un minimizado presente que  puedes ofrecer y que tampoco pesa, jejeje.   João se marchó a dormir, mientras, Cláudio y yo nos quedamos un rato para estudiar la posibilidad de que fueran esos días a León, le expliqué lo que podían ver/hacer  por allí, y  miramos algo muy importante, la previsión meteorológica...   lluvias...  entra un frente frío por el norte justo el viernes...  


Ya era miércoles 24, víspera de la celebración de la gran fiesta por la libertad... la del 25 de Abril.
Por la mañana me fui de excursión, en bici, claro, hasta Alcobaça, nada, una vueltina de 80 km para ver el famoso monasterio y alrededores.


Cuando Cláudio y João regresaron por la tarde del trabajo me comunicaron que finalmente no irían a las Españas...  Sin duda una decisión coherente puesto que daban mal tiempo y no era ir a la vuelta de la esquina.  Cenamos,  abrazos mil, y se marcharon a la "Serra da Estrela", fresquito también encontrarían por allí, eso sí, más cerca.  A los tres minutos alguien gritó mi nombre desde la calle, me asomé al balcón, eran ellos para ofrecerme otras llaves...  las de un pequeño vehículo por si me apetecía ir a alguna parte, las cogí diciéndoles que probablemente no las utilizaría.   Boa Viagem!!

 

Cuando regresé de Alcobaça, en la Praça Gilherme Stephens en Marinha Grande estaban repartiendo claveles por motivo de la celebración del 25 de Abril, "A Revolução dos Cravos", por eso tengo uno.  Luego busqué a Manel para ir hasta la plaza y ver cómo era, nunca estuve en celebraciones anteriores, la sensación que tuve fue que,   puede, que aquella fuerza que caracterizara en su día  tal evento quizá se haya disipado un poco...  (sólo es mi opinión desde mi perspectiva e ignorancia)  En España también, pero la fuerza para luchar unidos y desde la no violencia, sería tan fácil... la estamos pidiendo a gritos pero no nos oímos... y no será porque no sepamos Cómo comenzar una revolución...  


Al día  siguiente se estropeó la cámara de fotos, Manel me prestó  una, qué suertuda!! 
Les dije a mis amigos almerienses, mi "coche de apoyo" en este viaje ;) que me enviaran a Covilhã, próxima destino y parada, la otra que se estropeó en Faro, sale más barato que comprar una tercera cámara, verdad? 

A partir del jueves estuve totalmente dentro del blog y fuera del mundo, pues no llevar conmigo un ordedenador dificulta un poco la tarea de escribir lo que veo/vivo/siento, y una es un pelín  perfeccionista, así que aprovechando que João dejó que me apoderase de su ordenador durante su ausencia, revisé  todas y cada una de las entradas del blog, lo puse medio al día, etc... hoy de nuevo voy con retraso, se me perdona, verdad?  ,:)

El sábado fuimos Manel y yo a comer "leitão", y por la tarde visitamos el monasterio de Batalha y Porto Mós, éste  último lugar porque siente un especial cariño ya que trabajó allí durante muchos años.  


Regresamos por Leiria para dar una vuelta  viendo la ciudad desde el coche y merendar en una pastelería que conoce, café  "galão direto" para mí y dos pasteles, porque yo lo valgo, jajajaja,  "Tigelada"  y  
Mil Folhas con fresas, de dos en dos, muy ricos.  Vi un simpático eslogan publicitario en el escaparate de una clínica dental, (foto) Al igual que los dentistas, los pasteleros también tienen derecho a vivir, a nadie le amarga un dulce, o dos... Después me cepillé bien los dientes, palabrita.


Regresaron de su escapada festiva  la madrugada del domingo al lunes 29, yo ni me enteré.  Claro, al dia había que madrugar, ellos dos... zombi conseguí verles un ratito por la mañana allí desde "mi sofá", se acercaron para saludarme, bom dia!!  :)  y sonámbulos se marcharon para cumplir con su deber de curritos. Durante el día me dediqué  jugar al tetris...  preparar de nuevo las alforjas,   pesándolas, entre ellas y la bici suman alrededor de 40kg...  qué dolooor.  Cocí  arroz y huevos para la cena de las dos primeras noches de acampada por ahí mientras me mentalizaba para los  casi 300 km de sube baja que tendría por delante  rumbo al interior, que, calculando a la larga, conseguiría realizar en cinco o seis días.
Cenamos, hablamos, nos dimos un schuchón, João se fue a dormir,  Cláudio  y yo nos quedamos un rato más, mientras  él archivaba facturas yo continué con mi tarea de equipaje, algún correo electrónico, y a despedirme de mi querido y confortable sofá.

Resumiendo,

"Quem é bom sem motivo aparente tambéé querido sem motivo aparente.  O poder de ser bom é tão grande quanto sua capacidade de ser grato pelas pessoas que te cercam"   GRATIDÃO por tudo.

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