... Santarém

Antigua Scalabis, la que también fue conquistada por el rey D. Afonso Enriques en 1147.  En la comarca de Ribatejo, no soy nada entendida en viticultura, enología ni nada que tenga que ver con el vino, eso sí, me gustan las uvas y tengo ;)  que confesar que bebí hasta vino... aclaro, llevo bebido más vino en este tiempo en Portugal que en toda mi vida, no, aún no caí redonda al suelo por la cogorza, borracha yo?  tururú ;)
Al rico "Vinho do Ribatejo"  oiga...
"A cidade da Liberdade"...  le llaman también a Santarém.

Y no podían faltar varias leyendas acerca de su origen.  Una de ellas está relacionada con la mitología Greco-Romana y cuenta que el príncipe Abidis, fruto de uma relación del rei Ulisses de Ítaca con la Reina Calipso, fue abandonado por el abuelo, Gorgoris, Rey de los Cunetas, que lanzó a las aguas del Río Tajo dentro de una cesta. Milagrosamente la cesta que albergaba al príncipe Abidis "desembarcó" en la playa de Santerém, donde una cierva lo crió.  Tiempo después, Abidis fue reconocido por su madre, Calipso, tornándose así legítimo al trono.  La ciudad de Santarém dio nombre Esca Abidis ("manjar de Abidis") y de ahí Scabilis.

Ahora es un poco "capital" de las corridas de toros...

Después de coleccionar otros 60km desde Alenquer llegué a Santarém.  Tras tantos mensajes intercambiados con Helena, finalmente el jueves día 11 de Abril sobre las siete de la tarde, toqué el timbre del apartamento en el que habita en la primera planta de un edificio situado en el centro histórico de "Scabilis".  Abrió sin preguntar quien era en señal de estar esperándome, bajó las escaleras para ayudarme con las alforjas y así, la bici se tornara más liviana escalón tras escalón.
Una vez en su casa, lo primero que vi fue el pedazo de sofá-cama abierto y con tan buena pinta por lo bien que ella había hecho la cama, vamos, un lujo.  Más saludos, poner un poco al día de cómo transcurrió la "etapa" y el viaje en general, del viaje que ella se plantea...  Una ducha y a cenar!!

La primera noche nos acercamos hasta Almeirim para probar la famosa sopa da pedra inventada por un hambriento y pobre fraile, ya sabemos lo que el hambre agudiza el ingenio... ese noche estaba cerrado, oooh, por lo que terminamos cenando en otro restaurante que, por el decorado parecía que era español, todo lleno de carteles de corridas de toros y demás parafernalia, eso sí, en donde sirven unas sabrosísimas carnes a la brasa, llamado A Taberna do Quinzena que lleva la solera de 130 años con las puertas abiertas, aval de sobra.   Ya volveríamo en otra ocasión a por la sopa, o a por la piedra...

Otro curioso dato sobre la ciudad de Santarém es la canitdad de iglesias en patrimonio... 14..!!  y sin contar capillas, ermitas, conventos, etc...  Foto izq: Ribeira de Santarém de noche.
También  la preciosa Fonte das Figueiras del siglo XIV, en la fotografía de la derecha.

El viernes Helena trabajaba todo el día, llegaría a casa a la hora de la cena, y quise prepararle, como no, una tortilla de patatas, la décimo 2ª... esta vez con queso azul hecho líquido en una sartén y añadido al huevo batido.  Me arriesgué sin preguntar si le gustaba ese tipo de queso,  un poco alarmada me preguntó: es ese que tiene moho??? demasiado tarde, ya lo había añadido, sí, primero hago la pifia y luego pido permiso.  Se la comió, así que muy mala no le debió de saber.

El sábado por la mañana pusímos rumbo a la Ribeira de Santarém, un pequeño pueblo a los piés de "La Scabilis", la otra protagonista de este post,  situado a la vera del Río Tajo, por ello la mayoría de los períodos de abundantes lluvias éste se desborda y, aunque sus habitantes estén habituados, no quita que el agua y el barro causen estragos. (foto inundaciones bajo éstas letras)  Mientras conocíamos la Ribeira a lomos de nuestras respectivas bicis, vimos en el río a unas gentes  practicando piragua, y debe ser que teníamos cara de interesadas en tal actividad que nos ofrecieron, altruístamente, remar un poco, y sin dudarlo así hicímos. Resulta que hay un antiguo club de piragüísmo que sigue medio funcionando y a los encargados les gustaría reabrir, bueno, ahora tendrán una remera más, y yo puedo decir que un día remé por el alto tajo en la província de Guadalajara y ahora casi en su desembocadura... 

Por la tarde nos acercamos a su trabajo y luego al Decathlon para comprar unas extensiones (cuernos) para que su bicicleta sea más cómoda en las subidas.  Y antes de regresar a casa paramos en un café para que probara el pastel típico de allí, los Pampilhos de Santarém.  Sí, estoy haciendo dieta pero a la inversa...!!! ya van 3kg +, no pienso perderme nada por guardar la línea... "o sea"

Y así hicímos la noche del sábado...  Después del ejercicio físico realizado durante el día, llegamos al restaurante  O Toucinho de Almeirim, que fue pionero en preparar la riquísima y consistente Sopa da Pedra,  Tengo que decir que está buenísima, pero eso sí, os recomiendo que si la coméis alguna vez y después pretendéis levantar el vuelo, mejor que sea al mediodía... 

Antes de volver a casa fuimos a saludar al famoso Fraile y agradecerle aquel delicioso manjar, descubrimos que, aún siendo estatua, nos guiñó el ojo derecho  ;)  él también quedó feliz...

Ya entrada la última tarde-noche, la del domingo...

Mientras ella, con el pelo recogido en un moño cocinaba una rica lasaña de carne,  huevos escalfados y  un ingrediente secreto (para mí ya no),  yo intentaba escribir todo lo vivido durante esos casi cuatro días en Santarém. 

Antes de dormir preparé las alforjas porque Helena sale de casa temprano para ir a trabajar.  Con los bártulos casi listos podía  permitirme el lujo de remolonear un poco en la cama antes de echarme a la carretera y,  leer en uno de los mapas que me regalaron en Tavira las pequeñas carreteras convencionales por las que tendría que atravesar numerosas aldeas, las cuales me llevarían  hasta Usseira (Óbidos) la próxima parada.

Gracias a la invitación de mi anfitriona, escalabitana de adopción,  tuve la oportunidad de conocer un poquito el también enriquecedor interior de Portugal.   

Força nas canetas para ti também, para que empreendas a tua enriquecedora viagem aos lombos da tua Bina, secalhar coincidamos por aí...  Yiiiiha!!  Abraços.